El paso del tiempo, las inclemencias meteorológicas, las reacciones químicas, entre otros, pueden provocar que determinados materiales o superficies se oxiden. En casa nos podemos encontrar con esta situación, pero habitualmente será en objetos pequeños, sin demasiada complicación, de los que podemos ocuparnos fácilmente en caso de necesitar o querer limpiarlos para que queden como nuevos. Sin embargo, en otros ámbitos, como en una fábrica, nos podemos encontrar con una problemática de mayor complejidad que escapa a nuestro alcance y no sabríamos como resolver o nos resultaría imposible por las dimensiones de la superficie y no contar con los medios