El calzado hidrofugado están dotados de una gran resistencia al agua debido a que son sometidos a procesos de impermeabilización. Es por ello que están totalmente protegidos ante posibles resquebrajamientos o reblandecimientos de los tejidos expuestos continuamente a líquidos. Este tratamiento hidrófugo hace que tanto los calzados como los textiles en los que se emplea, se conviertan en la ropa laboral de seguridad de mayor protección y resistencia del mercado. El calzado de seguridad forma parte del equipamiento EPI puesto que protege los pies de los riesgos a los que se exponen los trabajadores. Como todos los EPI, su fabricación sigue una normativa especial que los clasifica por grado de protección y regula las características que debe tener cada categoría.
A diferencia del impermeable quiere decir que las botas de seguridad a partir de esta categoría ofrecen protección contra el agua, pero a un nivel moderado. Imaginemos que tenemos que trabajar sobre césped y caminar sobre terrenos húmedos. En este caso, las botas protegerían de salpicaduras y de penetración de agua gracias a su calidad de hidrofugadas. Dentro de la variedad del calzado laboral, éste debe destacar por su versatilidad y profesionalidad según que sector.